Sin duda para mi el mejor de todos, su playa, sus edificios, la famosa universidad... no tiene desperdicio.
Se la conoce como la villa de los arzobispos, ya que allí nacieron cinco glérigos que han llegado a ese carglo en la Iglesia.
Cuenta con un pequeño puerto y una gran playa ideal para el verano, con sus chiringuitos y bares para refrescarse un poco.
Podemos ver el cementario muy cerquita de la playa, que se encuentra dentro de las ruinas de una iglesia y coronado por un ángel que vigila todo el pueblo.
También sacado como de un cuento está la casa del Inglés, con sus colores y arquitectura, digna de cualquier fotografía.
En el casco antiguo tenemos el ayuntamiento, la iglesia de San Cristóbal y su plaza, todo el conjunto resulta precioso para dar un pequeño paseo.
En las colinas donde se levanta este pueblo podemos ver el Palacio del Sobrellano, su capilla panteón y el famoso Capricho de Gaudí (poco que decir sobre el diseño de esta obra a quién conozca sobre Gaudí), denominado así porque fue un capricho del marqués de Comillas, aunque actualmente es un restaurante.
En la colina de enfrente tenemos la magnífica Universidad Pontificia de Comillas de gran renombre para todos los estudiantes.
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