martes, 16 de agosto de 2011

Roma, rincones desconocidos

Para retomar un poco mi blog que mejor que hacerlo con mi ciudad, mi Roma.
Voy a contaros donde podéis encontrar sitios curiosos y menos turísticos de lo que es habitual ver en la capital italiana.

Sin pensarlo tengo que empezar por el priorato de los caballeros de la Orden de Malta.
Se encuentra en una de las colinas romanas, en la Aventina, tendrías que situaros en el circo Máximo, y justo en frente, que hay una calle en cuesta rumbo a la colina...pues todo para arriba. La cuesta cuesta, nunca mejor dicho, pero os prometo que merece la pena.
Cuando lleguéis al priorato es una puerta enorme, tan sólo debéis acercaros y mirar por la cerradura. Sin palabras, pero no puedo daros más pistas!!

Podemos continuar con otro rincón con encanto, Quartiere Coppedè, es una zona de Roma, diseñada por el arquitecto Coppedé. Aquí podréis ver edificios futuristas, Art decó...y os recomiendo las casa de las Hadas...y hasta aquí puedo leer.


Si estamos por la zona de campo di Fiori, buscar la via del Pellegrino, es una de las calles que salen, subiendo esta vía hay muchos callejones a ambos lados de la calle, encontraréis uno que os lleva a un patio interior en colores rojizos, con sus plantas y donde el ajetreo de la ciudad ha desaparecido por completo, esta es mi Roma.


Uno de los sitios que apenas se visita son las tumbas del Vaticano, su subsuelo. No lo hace mucha gente, ya que al final lo que vemos es lo que está sobre el suelo. Pero os lo recomiendo, los pasadizos, las tumbas, las sacristías...¿y estará San Pedro?. Si os digo que ahí abajo la sensación de calor y humedad es enorme, no bajéis sin un buen abanico y agua (y ¡reservar desde España! que va con fechas y horas porque te asignan guías en tu idioma)

Vamos a terminar estos lugares con escondidos con la puerta mágica de Roma. Está en un parque en plena ciudad, en piazza Vittorio Emmanuelle II, custodiada por elfos y gnomos. Cuenta la leyenda que un alquimista estaba buscando unas hierbas para convertirlas en oro gracias a una fórmula secreta. El alquimista desaparecío en la madrugada por esa puerta, dejando un rastro de oro y la fórmula secreta. El marqués al encontrarlo grabó la fórmula en las puertas de su villa con la esperanza de que alguien pudiera algún día encontrarles el significado.


Bueno, espero que os entren más ganas todavía de ir a Roma para poder descubrir estos encantos ocultos, de los cuales os pongo alguna foto, pero espero que vosotros me pongáis más!

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