lunes, 25 de octubre de 2010

Egipto, cuaderno de viaje, 3º día

A las 5 de la mañana ya estábamos arriba, listos para tomar un desayuno y salir pitando a coger una calesa (o ferrari, como lo llaman ellos) que nos llevaría al templo de Edfu.
Cuidado con los caleseros, no hay que darles nada porque ya lo cubre la agencia con las propinas que te pide el primer día (20€ para todo el viaje). Pero te piden dinero por todo, además incluso hay algunos que te llevan a un rincón apartado para pedirte sin que nadie os vea.
Y los pobres caballos están famélicos, dan penita, pero poco podemos hacer.
Llegamos al templo, de los primeros también, y en cuanto abrieron las puertas a las 8 fuimos directos al Sancto Santorum (es la parte del templo más alejada de la entrada, donde se encuentra alguna reliquia o el santuario de los dioses) donde se encuentra la barca sagrada, que se usaba en las procesiones de los dioses.
Este templo dicen que es el mejor conservado del antiguo Egipto.


Por fin, terminada la visita de este templo, nos llega el momento de descansa tan ansiado. Navegación hasta Luxor y vamos prontito para cruzar la esclusa de Esna, a ver si podemos evitar el atasco de motonaves.
Aproximadamente como 2 horas y algo de descanso, aprovechamos en la piscina del barco para sofocar el calor con un baño y un refresquito.
Llega el momento de cruzar la esclusa de Esna, se tardan como 20 minutos y es súper curioso, primero por como se cruza la esclusa (se van cerrando compuertas y vas avanzando según cambia el nivel del agua) y segundo por los niños y adultos alrededor de la esclusa que tiran objetos al barco y se aproximan nadando por el Nilo a cambio de que les tires unos euros.


Llegamos a Luxor (Tebas), antigua capital del Egipto Antiguo. Y nos encaminamos en autobus a ver el templo de Karnak.

Este es el templo que más me gusto (a parte de Abu Simbel, claro). Nada más llegar hay una maqueta de cómo era el templo antiguamente, así te haces un poco la idea de como era todo ello, aunque no cabe en cabeza humana tratar de entender como los hacían.
Este templo es enorme, con las columnas romanas, los obeliscos y los grandes colosos de dioses y el paseo de los carneros, pero destaca la figura del escarabajo pelotero, que reprensenta, en la mitología egipcia, el amanecer, el nuevo día. Dice la leyenda que si das vueltas alrededor los dioses te regalarán muchos hijos (yo, por si acaso, decidí no darlas...jejeje)

Llega el momento "turistazo" del viaje, ya que después de Karnak la agencia nos lleva a la fábrica de las esencias y a una joyería enorme. No compramos nada, pero es curioso ver el tema de las esencias, como las mezclan para conseguir los perfumes famosos y las cosillas que te cuentan.

Cuando ya era de noche nos llevaron al templo de Luxor (que pena me dió otra vez que fuera de noche!!). Es impresionante de grande, y se llegaba a él a través de unos paseos rodeados de esfinges, es precioso. Las columnas tienen una altura tremenda y las representaciones de los dioses igual. Se puede apreciar en cada rincón un montón de grabados que están súper bien conservados.


Para terminar el día volvimos al barco, que nos esperaba la cena y espectáculo nocturno de danza del vientre y un derviche. Nos dijeron que no esperáramos mucho de la danza, y efectivamente, la chica era enorme y era un poco extraño ver como movía tanto cuerpo. Pero el derviche me dejó alucinada.
Es un chico que no para de dar vueltas mientras hace formas con sus faldones, llevaba tres puestos, y durante 10 minutos más o menos me dejó estupefacta el espectáculo.
Echar un ojillo a Google, veréis de lo que os hablo.

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