Egipto, cuaderno de viaje, 4º día

Último día de crucero, que pena!! con lo que me está gustando... y cada vez estoy más encantada con el personal y con el barco.
Vamos en autobus de camino al valle de los Reyes, y para variar a las 5 de la mañana estamos arriba...
En el camino nos cruzamos con la vida egipcia, un poco lo cotidiano, sus vidas, sus casas, sus transportes... y no puedo parar de hacer fotos desde el autobús a todo lo que veo.


Llegamos al valle de los Reyes, donde están enterrados los faraones, la visita incluye visitar tres tumbas. Entramos en cada una de ellas, y ves una especie de casa, son pasillos con habitáculos chiquitos a los lados, donde se guardaban los tesoros, y al fondo (hay algunas de hasta 70 metros) está el ataúd, donde se metía el sarcófago.
La de Tutankamon se paga a parte, pero nos dijo el guía que no merecía mucho la pena, porque todos los tesoros, la máscara y los sarcófagos están en el museo del Cairo, que iríamos en un par de días.
No se puede hacer fotos en esta zona, pero para que os hagáis una idea es como un valle desértico lleno de montañitas, las entradas a las tumbas están en estas montañas, y hay gente excavando porque se deduce que aún falta mucho por aparecer en esta zona.

Terminada esta visita nos llevan al Templo de Hatshepsut, el único templo levantado a una mujer, aunque en algunos colosos del propio templo se la representa como a un hombre. Este recinto es curioso, porque, con respecto a la arquitectura, no se parece a los templos vistos hasta ahora. Parece como un bloque de apartamentos.
En este es donde mejor se ha conservado el color, los grabados siguen teniendo los colores originales, y es alucinante!!


De camino al barco paramos en los Colosos de Menón, aunque están muy destruidos pero se intuye la grandeza de ambos. Aquí volvemos a tener cierto acoso de vendedores insaciables, que por mucho que les dices que no... nada de nada.


Llegamos al barco, vuelvo a fotografiar todo lo que pillo de camino, a las mujeres, los burros, las casas... y tiempo libre hasta el desplazamiento al aeropuerto, unas 3 horas.

Decidimos salir a investigar Luxor, y encontramos (por detrás del templo de Luxor) un Coffe Shop con terracita, con unas Sishas buenísimas y con la cerveza Stela de medio litro súper barata.
En nuestro afán por investigar terminamos en el Zoco de Luxor, era pequeñito pero muy divertido, todo el mundo nos hablaba, nos invitaba a sus tiendas... y claro, terminamos picando, que si unos fulares, que si una Sisha...ufff, que díficil es el arte del regateo.

Y ya se nos termina el crucero, por la tarde cogemos el avión de Luxor a El Cairo y directos al hotel, y como estábamos cansaditos fuimos a cenar y a dormir. Que mañana nos tocan las pirámides de Guiza.