martes, 26 de octubre de 2010

Egipto, cuaderno de viaje, 7º día

Último día completo de nuestra experiencia por Egipto, y como teníamos día libre decidimos llamar a un taxita (cogimos sus datos por Internet desde España)
Es un señor mayor, se llama Hosby, habla inglés perfectamente y nos ofrecía todo el día con nosotros por 200 LE (unos 25€).
Nos recogió a las 7:30 en el hotel y enfilamos en su coche (un peugeot 505 sin aire acondicionado, era la única pega de nuestro nuevo guía) hacia la pirámide escalonada de Saqqara.
La verdad que era curiosa pero estaba rodeada de andamios, además hacia bastante calor porque otra vez estábamos en pleno desierto.


De ahí, nuestro nuevo amigo, nos llevó a que viéramos un colegio - fábrica de alfombras, era alucinante la velocidad con que las niñas hacían los nuditos de las alfombras. Hosby nos estuvo contando que esta escuela es para niños huérfanos, que se les enseña a hacer estas manualidades para que tengan un futuro.

Después rumbo a Memfis, donde está la esfinge de alabastro y la gran estatua de Ramsés . La esfinge está muy bien conservada, mejor que la gran esfinge de Guiza, y la estatua de Ramsés es impresinante, está tumbada en una sala, le faltan las piernas, pero aún se puede apreciar el tamaño e semejante coloso.


Seguimos con el coche por los pueblecitos, fotografiando todo a mi paso y llegamos a la pirámide roja de Dashur. Está en pleno desierto y se puede acceder al interior. Primero tienes que subir por unas escaleras hasta más o menos mitad de la pirámide, entonces aparece una mini puerta con una rampa infinita hacia abajo... no me atreví a bajar pensando que el calor me haría estragos, pero bajaron mi hermano y una amiga, y dijeron que la experiencia fue una pasada.


Volvemos al centro del Cairo y Hosby nos lleva a visitar una de las mezquitas más famosas, la del Sultán Hasan, por fuera era tremenda y se podía entrar, pero había que pagar entrada y dejar los zapatos en la calle, de modo que preferimos verla por fuera.

Comimos algo en el hotel y otra vez estábamos listos, lo primero que nos esperaba era un paseo en faluca por el Nilo. Como eran las 4 de la tarde y no hacía nada de viento fue imposible salir en faluca, así que optamos por una barquita a motor durante una hora. Estuvimos por el Nilo súper relajados, viendo los edificios, el Cairo... no fue nada del otro mundo, pero no estuvo mal.


Después, pensando que ya terminaba el día, Hosby nos llevó a una mezquita que ya estaba cerrada, pero le dimos unos 20 LE (unos 2,5€) al señor que estaba al cargo y nos la abrió de nuevo. Estaba todo totalmente a oscuras, con nosotros dentro y subiendo y subiendo escaleras dirección al minarete. Nos daba un poco de cosa pero cuando llegamos arriba y se veía toda la Ciudad de Los muertos y las mezquitas principales iluminadas... mereció la pena.
Al bajar aprovechamos y dimos una vuelta en coche por esta peculiar ciudad de los muertos, es un cementerio donde viven egipcios, conviviendo la vida y la muerte de una forma muy peculiar. No paramos, pasamos de largo por sus calles sin llamar demasiado la atención.

Aún así nuestro día tampoco terminaba ahí, Hosby nos llevo a una colina desde donde se veía el Cairo completo, de noche, totalmente iluminado, la ciudad que nunca duerme. Estuvimos en una terracita tomando una mirinda y té tan agustito.
De aquí fuimos al zoco, pero no al que conocíamos, el turístico Jan El Jalili, sino a otro donde compran los cairotas.
Fuimos porque mi hermano quería comprar unos accesorios para sus nuevas Sishas, y que mejor que con un autóctono de la ciudad. Pero claro, en esta zona no había turistas, ni policias... de modo que los chicos fueron a las tiendas y nosotras nos quedamos encerradas en el coche, sin aire, a 40 grados y todo cerrado esperando que volvieran!! vaya odisea que pasamos!!

Ya para terminar este extraño día de nuevas experiencias Hosby nos ofrece ir a su casa para presentarnos a su familia...me encantó!! todos hablaban inglés, eran súper agradables. De hecho una de las niñas estaba durmiendo y la despertaron para que nos conociera. Estuvimos charlando, tomando otra mirinda, fumando una Sisha y haciéndonos muchas fotos.

De aquí al hotel, a dormir y a asimilar todo lo que hoy habíamos vivido.

1 comentario:

  1. Menudo día más completito, lo mejor de todo el relacionaros con la gente de allí imagino.
    Yo creo que después de la paliza de los otros días, este lo hubiese tomado de relax pero leyendo lo que os faltaba por ver, no se puede parar!! jaja

    ResponderEliminar